25.6.12



Nada, día vacío.







Tu tiempo es un vidrio, tu amor un fakir. Mi mente una aguja, tu cuerpo un tapiz. 
Sí las sanguijuelas no pueden herirte, no existe una escuela que enseñe a vivir. 
Ángel vigía descubre al ladrón, le corta las manos, le quita la voz. 
La gente se esconde o apenas existe, se olvida del hombre, se olvida de Dios.
Y alrededor heridas que vienen, sospechas que van, 
y aquí estoy,  pensando en el alma que piensa, y por pensar no es alma, desarma y sangra.





Así vine. Así me voy.