26.3.12









No te olvides del ayer
Porque el presente se mancha, queda embarrada la cancha, y después para volver cuando quieras recorrer porque el barrio siempre espera algún sueño, una quimera.
Que el deseo, que el amor, puede sonar el tambor y lo oigas desde afuera.
No olvidarse no es penar, no es arrastrar la cadena, ni vivir como condena. O que ese ayer fue lo más, no es vivir de recordar, sino que sirva de puente.
Y que nadie ya te cuente como se debe seguir, porque se debe elegir un camino solamente.
El camino tuvo inicio, y compartiendo la ruta, comiendo la misma fruta. Sacando el placer del vicio, tu don también fue servicio, tu naturaleza bruta...
Aunque tal vez haya suerte y pueda volver a verte para poder recorrer, recuperando el placer, tal vez te abrace en la esquina, y ya desde la banquina te despida sin penar, sin dejar de recordar tu luz cuando haya neblina.

Por eso no hay que olvidarse, y a veces hay que parar, que de tanto galopar el polvo suele engañar, y el caballo desbocarse.